Macri remata la Argentina

Miércoles, 16. Mayo 2018

Mauricio Macri anunció el inicio de conversaciones con el FMI para obtener 30 mil millones de dólares y así poder frenar la imparable crisis de su gobierno. Al mismo tiempo, reconoció el cambio de las condiciones internacionales favorables para tal propósito, en particular por el incremento de la tasa de interés de la Reserva Federal de los Estados Unidos al 3%, y la opinión de los asesores del fondo respecto del riesgo país ubicando a la Argentina entre los más inseguros en materia de inversiones.

El presidente se remitió a Christine Lagarde, la mandamás del organismo de crédito, señalándole que éste era el único camino posible para salir del estancamiento y evitar así una gran crisis económica similar a la de 2001.
Como se recordará, en la instancia previa (septiembre de 2016) la delegación de técnicos del FMI elevó un informe favorable a la Argentina adhiriendo a la liberación del tipo de cambio, el arreglo con los buitres, la eliminación de barreras comerciales, la fuerte reducción de los subsidios y la fijación de las metas dibujadas de inflación, alentando la especulación financiera que acaba de estallar. Sin embargo, en octubre de 2017, los economistas del Fondo pidieron que el ajuste fiscal en marcha fuese aún mayor, y se realizaran recortes a los subsidios a energía y fijaran topes salariales en las negociaciones paritarias para permitir realizar transferencias al sector privado y las provincias, razón por la cual Macri convalidó la reforma previsional, el techo del 15% a los aumentos de sueldos, los tarifazos del gas, electricidad y transporte, la reducción de los subsidios a estos servicios y de fondos para el plan de obras públicas.
Por estos días, sin haber prestado un solo peso, el FMI le exige al gobierno avanzar con la reforma laboral, la reducción del déficit fiscal al 2% (sobre un proyectado de 3,5%), aplicar una pensión básica universal para todos los mayores de 65 años equivalente a un 25% del salario promedio en actividad, y un sistema de contribuciones obligatorias, con depósitos simultáneos de los trabajadores y empleadores en cuentas de ahorro individuales para ser manejadas por fondos privados. Condiciones de hierro para, recién a partir de su aplicación, evaluar montos y condiciones del nuevo endeudamiento.
De esta forma, las críticas implícitas que lleva adelante el FMI al rumbo económico, no sólo omite el elogio original del organismo a las ambiciosas políticas reaccionarias emprendidas por Macri, sino, además, evidencia su lógica de policía bueno, encarnado en Christine Lagarde, y policía malo, en su directorio, con la clara intención de que sean los más pobres quienes corran con la cuenta de la fiesta.

Jorge Diaz

Publicado en: 
Miércoles, Mayo 16, 2018 - 08:15

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