Luchar por la salud de los pueblos en medio de la pandemia de COVID-19

Reproducimos la declaración de la Liga Internacional de la Lucha de los Pueblos por el coronavirus, del 17 de marzo de 2020.

La Liga Internacional de la Lucha de los Pueblos (ILPS) hace un llamado a sus afiliados en todo el mundo para abordar la crisis de salud urgente causada por el virus corona COVID-19. Ahora hay más de 167,000 casos de 150 países y territorios con trágicamente más de 6,000 muertes al 16 de marzo de 2020.

Los más vulnerables al virus son las masas trabajadoras que tienen bajos salarios o ingresos y un acceso deficiente a la atención médica y las instalaciones médicas. Sistemas nacionales de salud, como los de Europa, fueron desmantelados y privatizados bajo un régimen neoliberal y esto ha agravado el rápido crecimiento de la crisis de salud a sus proporciones actuales. Junto con el monopolio de las transnacionales de Big Pharma para obtener ganancias privadas, los sistemas de salud privatizados carecen de campañas preventivas a gran escala, como pruebas, rastreo, contención y servicios curativos. La confianza pública en los sistemas de salud actuales se está erosionando rápidamente.

Las autoridades de muchos países capitalistas están tratando desesperadamente de estimular sus economías en quiebra a raíz de la crisis del corona y la crisis económica, y están tratando de inyectar miles de millones de dólares en la economía de sus países en un intento desesperado por prevenir el desastre.

Por supuesto, la tarea es aún difícil para los estados capitalistas debido a sus enormes deudas y déficits presupuestarios, y porque han reducido las tasas de interés a algunas de las más bajas de la historia, pero que todavía están dejando a su economía en crisis.

La pandemia y la crisis económica en su estela, como se reconoce ampliamente, se ha manejado mal debido a las camisas de fuerza ideológicas del neoliberalismo, en las autoridades capitalistas de muchos países, pero también porque la "austeridad" del neoliberalismo durante más de 40 años más ha condujo a recortes en los servicios de salud disponibles y otros servicios para las personas que se requieren para resolver la crisis de salud actual.

Si bien las responsabilidades individuales como lavarse las manos y el distanciamiento social pueden ayudar, no alcanzan para manejar amenazas a gran escala. Muchos países, como los EE. UU., dependen demasiado de la atención de salud secundaria y terciaria y no de la atención primaria de salud preventiva. Las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud tardaron mucho tiempo en abordar la preocupación internacional dos meses completos desde el brote y ahora están ocupadas recaudando dinero para su Fondo de Respuesta Solidaria. Con el sistema capitalista monopolista mundial en crisis, los recursos están aún más agotados. Los trabajadores sufren pérdidas de empleo y desplazamientos de medios de vida.

Desesperados por contener el virus, algunos gobiernos han recurrido a bloqueos y dependencia de acciones militares en lugar de atención médica. El encierro de un mes impuesto por el gobierno filipino bajo el Presidente Duterte es prácticamente ley marcial. Se está imponiendo flexibilización laboral, se están restringiendo las reuniones masivas y otros derechos civiles.

El ILPS exige que los trabajadores afectados tengan ingresos garantizados y acceso gratuito a pruebas y tratamiento. Los gobiernos deberían priorizar las comunidades vulnerables. Los que están en el poder deben ser responsables de la crisis de salud. Aunque el distanciamiento social es una forma de manejar la epidemia, no debe usarse para destruir la solidaridad social y la organización y acción política. La gente debe unirse y ejercer su acción colectiva para el cuidado de la salud. Afirmar la salud pública contra la avaricia corporativa y las políticas imperialistas.

Solo la propiedad socialista por parte de los trabajadores de la producción y la riqueza, y solo el control comunitario de la salud y otros servicios para las personas, mediante la eliminación de la producción y los servicios con fines de lucro, pueden resolver este y otros problemas creados por el capitalismo.