Fuera la policía de colegios y universidades

Jueves, 8. Junio 2017

Va quedando cada vez más claro que el gobierno de Mauricio Macri ha puesto sus ojos represivos en el estudiantado. La seguidilla de detenciones arbitrarias de jóvenes y en particular la irrupción de policías armados realizando amenazas o detenciones en colegios y universidades sin autorización legal, marcan el rumbo elegido.

El 12 de abril policías de la provincia de Jujuy ingresaron sin orden judicial al predio de la Facultad de Ciencias Agrarias y detuvieron al presidente del centro de estudiantes y a otro compañero. El decano denunció este accionar. Y la policía incluso en un primer momento negaba tener detenidos a los jóvenes. Una violación tan grosera de la autonomía universitaria no se veía desde tiempos de la dictadura. Con otra tónica, pero en la misma línea, en los últimos días en Mar del Plata, efectivos de prefectura naval se pasearon por el predio universitario sin razón aparente.
El 20 de abril entró un grupo de policías al colegio Mariano Acosta en la CABA para “averiguar” por la realización de una clase pública. Los directivos y docentes que los invitaron a retirarse denunciaron que los efectivos estaban armados.
El 10 de mayo un grupo de policías sin identificación realizaron requisas a estudiantes en la puerta de un colegio en el partido de San Martín (Prov. de Buenos Aires). Cuando un profesor los filmó e intentó intervenir fue detenido y trasladado a una comisaría.
El 17 de mayo un grupo de policías de la Bonaerense ingresaron al Normal Antonio Mentruyt de la localidad de Banfield para perseguir a dos chicos a los que acusaban por un supuesto robo. Intentaron arrestar a un alumno. Ninguno tenía placa de identificación. Con la excusa del supuesto robo, este “grupo de tareas” corrió a los tiros a menores de edad, detuvieron a uno de ellos, lo subieron a un patrullero y lo hacieron recorrer las calles para que identifique a sus compañeros. Al bajarlo en la puerta del colegio los jóvenes que allí estaban entraron asustados al colegio seguidos por los policías armas en mano. Personal de la escuela y docentes intervinieron junto con alumnos, rodeando a los policías y logrando rescatar a los detenidos.
El 19 de mayo en Berisso hubo una brutal represión a los estudiantes secundarios de la Escuela de Enseñanza Media 1 “Carlos Fuentealba” que se manifestaban frente a la municipalidad de esa localidad para reclamar mejoras edilicias. La policía golpeó a estudiantes, e incluso se difundieron las imágenes de un policía agarrando del cuello a un estudiante que había caído al piso, mientras el resto golpeaba a quienes intentaban asistirlo.
El 22 de mayo policías amenazaron a dos estudiantes del colegio Carlos Pellegrini (CABA), amenazando a uno de los alumnos por llevar un prendedor que lo identificaba como militante comunista.
Las fuerzas represivas están intentando moverse con impunidad entre la juventud estudiantil, con mayor ostentación que de costumbre. Se trata de una profundización de la línea de criminalización y opresión de la juventud, que tiene su mayor exponente en los abusos a los jóvenes de los barrios populares, política que tiende a agudizarse en los momentos de crisis. La misma no debe prosperar. Anidan en el pueblo inmensas reservas democráticas para salirle al cruce a estas intentonas. Pero es sobre todo la rebeldía de los jóvenes que no se dejan pisotear, le arrebatan a la cana los pibes detenidos, se juntan y organizan sin miedo a los palos y las armas de la ley, lo que marca el camino de las luchas venideras.

Carlos Quiroga

Publicado en: 
Jueves, Junio 8, 2017 - 16:15

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