El gobierno y la empresa son responsables

Miércoles, 14. Diciembre 2016

El miércoles 7 de diciembre durante la madrugada Matías Kruger reparaba un aire acondicionado de  un taller de la línea H, cuando una descarga eléctrica acabó con su vida al instante. 

Matías Kruger se suma a la lista de trabajadores que en el subte han perdido la vida a causa de las condiciones precarias e inseguras en las que cotidianamente realizan su tarea. En ocho años se lamentaron cinco muertes; en el medio Metrovías  y el Gobierno de la Ciudad gozan de total impunidad.

Horas antes de esta nueva muerte se había realizado una reunión en la Subsecretaria de Trabajo con el objetivo de resolver un protocolo de seguridad para trabajos con alta tensión, una demanda que sostenían los trabajadores tras reiterados accidentes. Cuatro muertes pasaron, ahora se suma una más y el protocolo aún brilla por su ausencia.

Hace menos de un mes se aumentaba la tarifa en el subte, pero esto lejos de reflejar una mejora para usuarios y trabajadores, da cuenta de la complicidad del gobierno  y del grupo Roggio para abultar sus ganancias, a la par que se vacían las estaciones de auxiliares y boleteros, no se garantizan las mínimas condiciones de seguridad y los usuarios viajan en peores condiciones. SBASE, la empresa del Gobierno de la Ciudad que en palabras de este “tiene a su cargo la administración de la red de subtes, su desarrollo, expansión y el control de la operación del servicio”, lo único que hace es garantizar la rentabilidad a Metrovías.

Párrafo aparte merece el comunicado de Metrovías en donde la empresa lamentaba el accidente como si se hubiera tratado de una desgracia de la naturaleza, esquivando olímpicamente las responsabilidades empresarias y gubernamentales de las cuales deben hacerse cargo. El ajuste y la precariedad laboral matan. Esta muerte, como la de David Ramallo en la línea 60 y la de Diego Soraireen en INTA eran totalmente evitables, y fueron producto de situaciones que los delegados y trabajadores venían denunciando. Quienes debían actuar no lo hicieron. El discurso de la inversión en tecnología y ciencia hace aguas cuando se conoce que un organismo como el INTA se mantiene a pie por el sacrificio de sus trabajadores, o que fue una década ganada para los trabajadores, cuando los que se beneficiaron fueron los grandes monopolios cuyas ganancias tuvieron como costo la muerte de trabajadores.

Frente al ajuste, la desidia y la corrupción, la respuesta debe ser  fortalecer la organización de los trabajadores. En un momento donde la conducción de los gremios apuesta a la gobernabilidad de Cambiemos, deben ser las bases las que se organicen para imponer justicia para los compañeros que hoy no están y condiciones  dignas y seguras de trabajo. En el caso del subte la dirección de la AGTSyP viene aceptando los tiempos de Metrovías y el gobierno; su actitud conciliadora y negociadora ha dejado que pasen el ajuste y el vaciamiento, y hoy se lamenta una muerte más. Ya hace tiempo que se impone la necesidad de gestar una organización alternativa que enfrente a los gobiernos y que dispute la dirección del sindicato para transformarlo en una herramienta  realmente combativa y antiburocrática. 

Ni una muerte más, ¡justicia por todos ellos!


Sofía Sáenz

Publicado en: 
Miércoles, Diciembre 14, 2016 - 23:15

Notas relacionadas