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El agua, un problema estratégico
En los últimos días cobró notoriedad en los medios periodísticos de nuestro país el viaje a Israel de una nutrida delegación del más alto nivel, encabezada por el ministro de Interior Eduardo "Wado" de Pedro, e integrada entre otros por varios gobernadores. La misión: interiorizarse de los avances en el proceso de desalinización y recuperación de las aguas ya utilizadas, proceso éste llevado adelante con gran éxito por la empresa israelí Mekorot, a la vanguardia mundial en la materia.
El encuentro fue armado por Mario Montoto, ex secretario de Firmenich y miembro de la dirección de Montoneros en la década del setenta, devenido hoy en gran empresario: es dueño entre otras de Danaide S.A., que obtuvo una concesión por análisis de video y gestión de imágenes por $ 300 millones en febrero de 2021, a la que se sumaron otra por $ 1.114 millones y una más para la Corporación para la Defensa del Sur (CoDeSur), también propiedad de Montoto, por más de $ 964 millones, todas en CABA y gracias a las gestiones de Horacio Rodríguez Larreta. Como si esto fuera poco, Montoto es el presidente de la Cámara de Comercio Argentino Israelí y está vinculado a la causa por espionaje ilegal en tiempos del macrismo. Como dato al margen, pero no tanto, al regreso del viaje otra de sus empresas, Surely S.A., fue adjudicataria de un contrato con el Estado Nacional para monitorear agresores de género por la módica suma de $ 3.723 millones.
Pero volvamos al tema del agua. Israel, Jordania y Siria han represado y desviado el río Jordán, lo cual ha causado una disminución de su caudal hasta llegar en la actualidad al 5 % de su flujo de origen, según destaca el medio español ABC Internacional. Esto ha planteado graves problemas a la economía de subsistencia del pueblo palestino, especialmente en la Franja de Gaza, en donde el agua es salina y no cumple con los estándares mínimos aprobados por la comunidad internacional para consumo humano. Sintetizando: Israel, que recicla el 25 % de su agua, abastece en abundancia a su población a costa de los verdaderos dueños de esas tierras. En ese contexto, y para desnudar las verdaderas intenciones de Mekorot y del gobierno argentino, bastan las declaraciones de Isaac Herzog, presidente del estado sionista: "Con los recursos que tiene Israel y los recursos que tiene Argentina, si cooperamos podemos alimentar al mundo". Mekorot llega así a Argentina con un contrato para "asesorar y compartir tecnología en todo lo referente al tratamiento de las aguas". Nuestro país posee grandes caudales acuosos, entre los cuales se cuenta, dato no menor, una parte significativa del Acuífero Guaraní, reservorio estratégico compartido con Brasil y Paraguay en el área de la triple frontera, lo cual ha llevado a que los Estados Unidos, socio de tropelías de Israel, haya solicitado a la OEA la creación de una fuerza militar "conjunta" dirigida por ellos para "cuidar la triple frontera ante el posible ingreso del terrorismo islámico".
En la lucha por el control de los recursos naturales, que son patrimonio inalienable de los pueblos, la injerencia de depredadores del medio ambiente, cuyo único norte es la acumulación de ganancias extraordinarias y la enajenación del patrimonio nacional es a todas luces un delito, sobre todo si se lleva a cabo con la complicidad del Estado a través de sus representantes actuales. Vienen por nuestra agua. Un agua que abunda en la naturaleza pero de la cual carecen millones en nuestro país. Según la Encuesta Permanente de Hogares, en el primer semestre de 2021 el 12,3 % de la población carecía de agua corriente, y según el Cronista Comercial en el mismo período 14 millones no tenían cloacas. Las provincias más críticas son Santiago del Estero, Formosa, Tierra del Fuego y Misiones. Estos últimos datos los aportan la UBA, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, la Universidad de Quilmes y la Universidad Católica de Córdoba. Vienen por nuestra agua. Y es altamente significativo que dirigentes como De Pedro, perteneciente a La Cámpora, hagan negocios con el "albertismo", y con amigos de Larreta, con los cuales supuestamente están peleados. Una vez más el gobierno "nacional y popular" se dispone a entregar lo nuestro, alineándose con las potencias occidentales en el marco de una potencial tercera guerra que, de concretarse, significaría una catástrofe sin precedentes para la raza humana. Oponerse al despojo que planifica Mekorot en nuestro suelo es una tarea que nos convoca hoy, junto a las asambleas ambientalistas y a todo el pueblo argentino.
Claudio Gallo
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