Detrás de los incendios

Jueves, 12. Marzo 2015
Incendio patagónico

El negocio que esconden los incendios forestales es sobre todo el negocio inmobiliario: tierras que están destinadas a loteos, la compra por sumas irrisorias de campos quemados a antiguos pobladores por grandes capitales, explotación de la madera quemada, rédito usurero de la planta política nacional, provincial, municipal de los subsidios que la tragedia deja.

No es casualidad que Cholila es una zona en evidente crecimiento económico, su eje es el entorno natural, y allí está puesta la mirada de los inversores (Tinelli, Scioli, entre otros). Hace aproximadamente un año desaparecieron dos antiguos pobladores del lugar, de quienes nadie sabe qué pasó, gente que no quería vender sus campos y que hasta la fecha no se han esclarecido sus desapariciones. Estos pobladores son de la zona del valle del río Tigre, un lugar que tiene una belleza natural impresionante, donde las especulaciones del negocio inmobiliario ya existían antes del incendio, detenidos en algunos casos por leyes que protegen el bosque nativo, antiguos pobladores que no quieren vender las tierras (que las habitan hace mas de cien años) y donde casualmente se origina el incendio en cuestión.
Además este siniestro saca a la luz la falta de presupuesto que los gobiernos destinan para este problema, hoy la población escucha el reclamo de los trabajadores y las trabajadoras que luchan contra el fuego, sin embargo vienen peleando hace tiempo por sus condiciones laborales, ya que se encuentran totalmente precarizados en sus derechos, con contratos precarios temporales, con indumentarias que no condicen con las necesidades que tienen a la hora de combatir el fuego, con sueldos que no cubren la canasta básica familiar.
La falta de presupuesto también se observa en los equipos que se utilizan para apagar los incendios, los cuales son insuficientes, los aviones hidrantes en realidad son aviones destinados a la fumigación, que el Estado alquila a una administración empresarial.
En un país donde existe una región muy amplia de bosques y selvas, el Estado no cuenta con los elementos básicos para afrontar una problemática tan básica y real como es un incendio forestal.
La cuestión es que hoy el incendio que sufrimos en la Patagonia ya lleva 45.000 hectáreas quemadas, que van desde el margen oeste del lago Lezana, pasando por detrás del lago Cholila, el valle del río Tigre, bajando por el cañadón del arrollo Nataine y acercándose al Parque Nacional Los Alerces. Pero no solo este incendio es hoy un problema para la Patagonia, en el límite sur del Parque Nacional Lago Puelo, en el Valle del Turbio (cerro Plataforma) y en el valle del Esperanza (propiedad de Duhalde) se consumieron alrededor de 6.000 hectáreas.
No es el primer incendio, siempre la problemática es la misma, y crece con los años, siempre se llega a la misma conclusión, el problema más grande es la inoperancia e inacción de las instituciones que deben accionar para solucionar el problema además de prevenirlo, y que en lugar de hacer el trabajo que les corresponde, se dedican a sacar provecho del dinero del Estado, que el problema del fuego deja, utilizándolo para el clientelismo político del gobierno de turno y siendo funcionales a los poderes económicos.

Flor, Javi, Nar

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Jueves, Marzo 12, 2015 - 22:30

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