Desocupados - El movimiento piquetero responde a los ataques

Lunes, 18. Julio 2022

En el último mes, los ataques a las organizaciones piqueteras, sociales y de desocupados se han multiplicado y pegando un salto cualitativo, pasando de la estigmatización a la criminalización. Así como las acusaciones de extorsión del ministro Zabaleta cuando fue el acampe en la 9 de Julio le abrió la puerta a los liberfachos para impulsar una campaña anti piquetera; ahora las declaraciones de Cristina Kirchner criticando la intermediación para la asignación de la asistencia social, así como la cantidad de planes (Potenciar Trabajo), entre otras cosas, abrió una nueva crisis en el Frente de Todos y dio luz verde al poder judicial para avanzar en la persecución.

Durante los primeros días de julio, después del discurso de Cristina, se sucedieron 40 allanamientos a locales, comedores y casas particulares de compañeros y compañeras de organizaciones populares, entre las que se encuentran MTR 12 de Abril, CCC, NuestraAmérica, FPDS CP, MTE, FOL, Movimiento Evita, entre otras. Días previos, el fiscal Marijuan inició una causa de oficio a partir de una nota en Clarín contra los dirigentes del PO Belliboni y Solano, quienes habían defendido públicamente los aportes voluntarios de los compañeros y compañeras para sostener a las organizaciones. Si bien la persecución y hostigamiento a activistas populares viene in crescendo al compás de la crisis económica, los últimos hechos marcan un salto cualitativo al tiempo que implicó un distanciamiento de los movimientos sociales -muchos nucleados en la UTEP- respecto del gobierno nacional.

23 allanamientos se sucedieron en Buenos Aires y otros 16 en la provincia de Jujuy, donde el gobernador Morales (UCR) viene haciendo punta con la criminalización. En dicha provincia se reformó el código contravencional para utilizarlo como herramienta contra la organización popular. Intentando mostrarse como presidenciable, el gobernador Morales tiene como costumbre detener de manera completamente arbitraria a compañeros y compañeras que luchan contra el hambre. Con una justicia adicta al poder de turno, son moneda corriente los allanamientos, hostigamiento a dirigentes, así como detenciones arbitrarias y armado de causas para mantener detenidos a los compañeros y compañeras bajo cualquier excusa. También en La Pampa, Santa Fe, y Chubut se reactivaron causas contra luchadores.  

Esta escalada persecutoria que también golpeó a organizaciones afines al gobierno, más la polémica suscitada por las declaraciones de Cristina, allanó el camino para la confluencia de todo el arco de organizaciones sociales, piqueteras y de desocupados. La conferencia de prensa realizada en el Congreso el 8 de julio que contó con la presencia de la Unidad Piquetera, la UTEP y otros bloques o frentes de lucha fue el punto de partida y un mensaje claro para las clases dominantes. Más allá de las diferencias políticas, es necesario defender de conjunto el derecho del pueblo a organizarse y a hacer política. La coincidencia en salir a la calle el 14 de julio, así como los gestos de solidaridad, deben continuar y también la organización de jornadas conjuntas de lucha donde podamos no sólo ponerle freno a los ataques represivos, sino también ir incorporando puntos reivindicativos.

Más allá de las internas del FdT, mientras ellos se pelean, siempre pierde el pueblo. Son necesarias políticas sociales urgentes para conllevar la crisis, por lo que es bienvenido el debate sobre iniciativas como el salario básico universal. Lo primero que advertimos es que, en un contexto de ataque a las organizaciones, parece más un intento por desmovilizar y desarticular a un sector que lucha. Por otro lado, el bajo monto del ingreso ($14.400) significaría un recorte salarial para miles de compañeros y compañeras. El reclamo por un refuerzo de ingresos, aumento del salario mínimo, vital y móvil apunta a recuperar parte de lo perdido, al tiempo que se deben ampliar los programas existentes para todo el que lo necesite, mientras seguimos peleando por trabajo genuino. 

El acuerdo con el Fondo, sus exigencias y controles, orientan al gobierno a ajustar el “gasto social”, lo que profundiza la pobreza en las barriadas. La política de ajuste, cerrando la inscripción a programas de empleo y entregando alimentos cada vez peores en calidad y menos en cantidad se inscribe en este plan de mantener las cuentas a gusto de la banca internacional.

Por todo esto la Unidad Piquetera -de la que forma parte la CUBa-MTR- se viene sosteniendo un plan de lucha muy fuerte, empujando la organización en las barriadas y llevando los reclamos a las calles. Sin duda, la intervención callejera y la organización de los más humildes, es más que una piedra en el zapato para los que nos gobiernan.  

La intervención popular no debe estar ligada a especulaciones electorales, sobre cargos, lapiceras o nombres. Para enfrentar esta situación se necesita la espada contra los poderes concentrados de la economía. En base a las necesidades hay que seguir empujando los reclamos inmediatos frente a una situación social que se agrava, al tiempo de impulsar la unidad con los trabajadores ocupados en camino al paro activo y piquetero para derrotar el ajuste.

Víctor Pucará

Lunes, Julio 18, 2022 - 21:00

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