Crisis en la península de Corea

Martes, 14. Marzo 2017

Los comienzos de la instalación por parte de los EEUU de dos bases de misiles del tipo THAAD (Terminal de Defensa de Área a gran Altura) en territorio de Corea del Sur, a pocos kilómetros de Corea del Norte y visiblemente cerca de China forma parte de un nuevo capítulo en una lenta pero sostenida carrera armamentística en la que se encuentra envuelto de manera irremediable el imperialismo a escala mundial.
Bajo el pretexto de que la República Democrática Popular de Corea realizó la prueba de cuatro misiles de mediano alcance, que cayeron en el mar de Japón, los EEUU refuerzan su presencia en la zona con los ejercicios conjuntos Foal Eagle con las fuerzas militares de Corea del Sur. En él participan unidades de superficie y aviones cazas y bombarderos tácticos donde el escenario factible es una intervención militar a Corea del Norte.
Tanto Rusia como China advirtieron que si los EE.UU. continuaban con su plan de instalar las baterías misilísticas en Corea del Sur habría respuestas contundentes alertando sobre una escalada armamentística en la zona.
Las baterías THAAD incluyen 6 lanzaderas con 48 misiles, puesto de mando y un radar AN/TPY-2 fabricado por Raytheon y Lockheed Martin, dos de las firmas que componen el complejo militar-industrial norteamericano. Este tipo de radar no sólo detecta el lanzamiento de misiles de corto, mediano y largo alcance sino que puede observar a varios cientos de kilómetros al interior del territorio chino.
A todo esto se suma que la corte constitucional de Corea del Sur confirmó la destitución de Park Geun-hye, la ex presidenta, separada de su cargo a finales del año pasado por un escándalo de corrupción (en el que se encuentra ligada la empresa Samsung por el pago de sobornos millonarios) por el cual se movilizaron miles de personas para pedir su renuncia. Esta crisis política suma inestabilidad hasta las elecciones a realizarse en mayo. Según los pronósticos, Moon Jae-in, el candidato liberal demócrata que compitió con Park y perdió, aumenta día a día su popularidad y es probable que se alce con la presidencia. Aunque nada está dicho, es claro que Moon ya dijo que reevaluará las relaciones con Corea del Norte desde una perspectiva más conciliatoria y un alejamiento de los EEUU para distender las relaciones con China.
Lo que queda claro es que la llegada de Trump, luego de los primeros fuegos de artificio, sigue por los mismos carriles que sus antecesores, al menos en lo que respecta a la zona Asia-Pacifico: la provocativa diplomacia de los cañones para cuidar a Corea de Sur y Japón y mantener a raya a China.

Roberto Craviotto

NDR: Nota disponible únicamente en versión digital

Publicado en: 
Martes, Marzo 14, 2017 - 18:45

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