Congreso de la FUC

El sábado 7 se hizo el congreso de la Federación Universitaria de Córdoba. Su resultado: la fuerza del rectorado recuperó la federación, después de un año en manos de una alianza opositora. El “Frente Agustín Tosco” (Bisagra, Mella y Sur), que el año pasado había cortado las tres décadas de una FUC morada sumó 141 votos, la lista “Deodoro Roca” (Franja Morada, MNR, PRO y agrupaciones vinculadas al PJ local) se quedó con la conducción sumando 163 votos. Lejos, el “Frente Estudiantil de Izquierdas – La Trinchera” (Fit, Cauce, Mas y Urdimbre) con 6 votos.
Este resultado, que implica un espaldarazo a la gestión rectoral del radical Juri y al gobierno nacional, completa un panorama favorable a las autoridades de la UNC de cara al centenario de la Reforma Universitaria de 1918, y a la concreción de planes centrales para su agenda: establecer un paquete de reformas, que van desde lo político a lo académico, tendientes a reducir gastos y a acrecentar la exportación de los conocimientos hacia los sectores privados.
El bastión central de la reforma se  halla en la creación de un sistema de créditos, que fue extendido a nivel nacional bajo el nombre de Sistema Nacional de Reconocimientos Academicos (SNRA), el cual supone la reestructuración de las carreras de grado para sintonizarlas con lo que hoy exige `el mercado´. En sintonía con los lineamientos lanzados por el Plan Bologna, este sistema propone la creación de trayectos intermedios – sin necesidad de aumentar el presupuesto- para formar profesionales más baratos.
Siguiendo los consejos que el Banco Mundial lanzó para la Educación Superior de América Latina y el Caribe, este SNRA va a ser lanzado el año que viene en toda la región, con motivo de la CRES (Conferencia de Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe) que tendrá sede en Córdoba.
Los límites demostrados por el frente que dirigió la FUC durante este conflicto fueron determinantes para entender el resultado de esa lucha. Mientras algunas de las organizaciones que lo integran impulsaron la movilización, otras pactaban con el rectorado. Este fue el inicio de un año en que la “FUC de los estudiantes” no fue capaz de convocar una sola instancia de organización y lucha a los estudiantes. Su despedida, mendigando los votos del MNR, fue acorde con su breve y pálida experiencia en la conducción.
La unidad en la lucha forjada en ese momento más allá de las conducciones, es la clave para enfrentar hoy el paquete de reformas antieducativas que se están impulsando. Frente a un 2018 que viene cargado de reformas laboral, jubilatoria y educativa que atentan contra conquistas históricas del movimiento obrero, estudiantil y popular, y con la FUC en manos de los verdugos de la educación pública. El desafío del movimiento estudiantil cordobés está en hundir sus raíces en la rebeldía de los reformistas del 18 y en la unidad obrero-estudiantil del 69, y recuperar lo mejor de la lucha de fines del año pasado contra Juri, asumiendo la tarea principal de constituirse en una barricada contra el avance del proyecto macrista en la UNC.
Por el contrario, la conducción saliente, que reniega de esa historia y de la experiencia reciente para sumirse en una especulación contraria a los intereses estudiantiles y populares, constituye la muestra más clara del fracaso de su política de unidad con los  mercantilizadores de la universidad pública.
Martina Bas