Chau Monsanto

Viernes, 12. Agosto 2016

Aún sin la confirmación oficial por parte de Monsanto durante los primeros días de agosto se consolidaron los rumores acerca del abandono del proyecto de instalación de la planta acondicionadora de semillas más grande de América Latina en la localidad de Malvinas Argentinas, Córdoba. 

El 1º de agosto se hicieron presentes en el predio, empleados de la empresa Astori Estructuras, contratada por Monsanto, para retirar parte de las estructuras que lograron montar en el lugar. Días después, un medio de comunicación perteneciente a Infobae informaba acerca de las intenciones de poner en venta el predio por parte de directivos de la multinacional. Finalmente, La Voz del Interior, medio de comunicación vocero de Monsanto, salió a desmentir los rumores resaltando que no hay comunicación oficial sobre la situación.

Con o sin confirmación oficial por parte de la empresa, la realidad es que este monopolio del agronegocio, los agrotóxicos y los transgénicos, luego de 4 años de haber hecho el anuncio de su instalación de la mano de Cristina Kirchner, no ha podido desembarcar en Córdoba, tuvo que paralizar las obras y más temprano que tarde desistirá en su intento. 

¿Las causas? Varias.

La primera, la lucha del pueblo contra su instalación, que a partir del anuncio en 2012 no cesó: marchas, cortes, radios abiertas, volanteadas, el bloqueo a la planta que objetivamente frenó la construcción, lucha contra las autoridades en todos sus niveles de gobierno, presión ante la justicia, freno al intento de la firma del convenio Monsanto-UNC. Una lucha que creció con los años, que se extendió por el país y generó un rechazo generalizado con una consigna fuerte y clara: ¡FUERA MONSANTO!.

El aspecto económico tampoco viene jugando a favor de la empresa. Las pérdidas producidas en estos años debido a la imposibilidad de la instalación, la baja del precio de los granos en la bolsa y la expansión sojera en detrimento del maíz (el principal producto que se iba a acondicionar en la planta), hacen de este proyecto un intento fallido que no cierra en términos de ganancias. Mientras que la planta ubicada en Rojas, Provincia de Buenos Aires, tendría la capacidad de absorber la producción que iba a ser destinada a Malvinas.

En cuanto al aspecto judicial, gracias a la presión ejercida por las diferentes organizaciones políticas y ambientales, ya en 2014 se había logrado un fallo de la justicia provincial que frenó la construcción de la planta y posteriormente el rechazo por parte del gobierno provincial al informe de impacto ambiental. Además, hace algunos días, se dio a conocer la imputación de 15 funcionarios, entre ellos el ex intendente de Malvinas Argentinas, Daniel Arzani y el extitular de la Secretaría de Ambiente Provincial, Luis Bocco, por dar la autorización de inicio de la construcción de la planta en un terreno no apto para uso industrial. 

El bloqueo y la lucha continuarán hasta que Monsanto desista definitivamente de instalarse en Malvinas Argentinas. En el transcurso de este conflicto se han clarificado algunas lecciones para las luchas populares. Por un lado, a pesar de las diferentes identificaciones políticas de los gobiernos involucrados (kirchnerismo, radicalismo y delasotismo), al igual que el macrismo ahora, no dudaron en jugar el papel de defensores de los intereses de un monopolio como Monsanto. Por el otro, un pueblo que a pesar de las represiones y la persecución política, no baja las banderas de la lucha antimonopólica y antiimperialista, contra las empresas que saquean y contaminan nuestros recursos. 

Empresas como Monsanto, Bayer, Syngenta, Cargill, manejan y se benefician de nuestra economía, monopolizando la producción y el mercado nacional, en función generar millonarias ganancias, acosta del trabajo y la salud de los trabajadores y el pueblo y de la expulsión de pequeños y medianos productores. Mientras terminamos de echar a Monsanto de Córdoba, entrará en el congreso el proyecto de Ley de Semillas que busca dar otro paso a favor de estas multinacionales y monopolios. La lucha continua.

Marilyn T.

Publicado en: 
Viernes, Agosto 12, 2016 - 18:00

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