Ante la dureza del ajuste I Crece la bronca y la lucha

Jueves, 16. Agosto 2018
Télam

En el marco de la nueva escalada del dólar y en coincidencia con un vencimiento de Lebacs llega la misión del FMI a nuestro país. Viene a ajustar los acuerdos en parte ya desbordados y como muestra de apoyo al gobierno de Macri. Mientras tanto, la inflación pulveriza salarios, jubilaciones, asignaciones sociales y acuerdos paritarios. La recesión económica, con una caída de la producción industrial del 8,1% en junio, adelanta nuevos despidos en el sector privado más los que se anuncian en el estado. Según el centro de estudios CEPA, en el 2018 se producen un promedio de 4700 despidos mensuales. Dificultades que seguramente se verán agravadas de mantenerse el escenario económico actual. 

Sin embargo si esta es una cruda realidad, no estaría completa si no registramos, al mismo tiempo, las enormes luchas en las calles y en los lugares de trabajo que desafían las políticas macristas de ajuste, entrega y represión. 

Los más de 50 días de huelga y ocupación pacífica de la agencia Télam, la resistencia al desguace de Astilleros Río Santiago, los docentes universitarios que llevan más de una semana de lucha y la reacción popular ante las muertes evitables de Sandra y Rubén, en la escuela primaria de Moreno, víctimas del ajuste, la desidia y el odio de la gobernadora Vidal a los docentes o el poderoso movimiento por los derechos de la mujer, son sólo algunas muestras de la voluntad de lucha de las trabajadoras y los trabajadores.

La CGT sigue deshojando la margarita

A casi dos meses del paro nacional del 25J, la cúpula cegetista sigue pendiente de su recomposición interna sin mostrar ninguna voluntad de lucha, cuando las condiciones de vida del pueblo trabajador se agravan día a día y, aprovechando la crisis, se mantienen vigentes las intenciones del gobierno nacional de avanzar con la reforma laboral flexibilizadora.

Ahora, sin Camioneros ni la Corriente Federal ni el Smata, convocaron a un plenario de secretarios generales para el 29 de agosto y allí se definirá la continuidad del triunvirato y su relación con el gobierno. Se alinean en esta posición Héctor Daer, Juan Carlos Schmid, Carlos Acuña, Andrés Rodríguez, Armando Cavalieri, José Luis Lingeri, Gerardo Martínez, Omar Maturano y Abel Frutos, y lograron sumar a Caló de la UOM y a los gremios que integran el Movimiento de Acción Sindical Argentino (Unión Ferroviaria, Luz y Fuerza, Telefónicos, Taxistas y Personal Legislativo, entre otros).

Por su lado, el movimiento 21F, en el que Moyano y la Corriente Federal confluyen con las dos CTA y los movimientos sociales llamados ‘cayetanos’ (por sus contactos con el Papa), se separan del triunvirato aunque no se definen por un claro distanciamiento del gobierno. Llamativamente, el ministerio de Trabajo homologó el acuerdo paritario de Camioneros, con bono de fin de año incluido, al mismo tiempo que les embargaba 300 millones de pesos de las cuentas del sindicato. Por ahora un pálido reflejo del Movimiento de los Trabajadores Argentinos (MTA) que empujó las protestas contra el menemismo en los años 90.

Mientras, se realizaron las elecciones en la CTA Autónoma (sector Godoy). A pesar de la existencia de padrones inflados, la participación y movilización alrededor del acto electoral no fue importante, al punto de pasar desapercibida. Ganó el oficialismo que encabeza Peidró, aunque parecieron más preocupados por cumplir con las formalidades del acto, atentos a su disputa con Micheli, que en aprovecharlo para tensar a la central alrededor de un plan de lucha contra el ajuste y el pacto con el FMI. En tanto, la CTA se desgaja como opción sindical a la burocracia de la CGT. 

La oposición de la Lista 6 Multicolor ganó en tres distritos, entre ellos Lomas de Zamora-Almirante Brown (Gran Buenos Aires), donde nuestros compañeros se integraron a la lista solidarios con el combativismo de ATE Sur. 

Paso a paso hacia una nueva central sindical

Cuando observamos las innumerables luchas que despliegan los trabajadores y las trabajadoras junto al bloqueo que muchas de las cúpulas sindicales hacen al desarrollo de esas luchas, se desprende la necesidad de avanzar sin prisa pero sin pausa, hacia una nueva central sindical que agrupe al combativismo sindical, un combativismo que no desprecie la unidad en la acción y que dirija sin separarse de los trabajadores. Espacios como el "Plenario Sindical Combativo" constituyen un esfuerzo en ese sentido mientras extienda su iniciativa unitaria, sin sectarismo, hacia el conjunto de los luchadores y las luchadoras. 

Ricardo Jufré

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Jueves, Agosto 16, 2018 - 20:30

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