Ampliar y unir la lucha de los trabajadores

Jueves, 11. Septiembre 2014
Ampliar y unir la lucha de los trabajadores

La masiva adhesión de los trabajadores al paro convocado por las centrales de Moyano-Barrionuevo y Micheli, con piquetes y movilizaciones a lo largo del país nos habla de dos cuestiones: el estado de bronca e insatisfacción entre los trabajadores y, al mismo tiempo, su disposición a enfrentar los planes de ajuste inflacionario que pretenden convertirlos en el pato de la boda de esta economía que se adentra en la recesión.

La medida se hizo se sentir con contundencia a pesar de los esfuerzos del gobierno nacional por neutralizar los efectos del paro, que incluyeron aprietes varios y contantes y sonantes premios a una dirigencia sindical presta a entregar a sus trabajadores y carnerear un paro como la UTA de Fernández, la UOM de Caló y el obsecuente de Yasky.
Desde que se desató la disputa con los llamados fondos buitres, el gobierno kirchnerista intenta con ella velar los efectos sociales de un ajuste de la economía por la vía de la recesión, la quita de subsidios que implican tarifazos y también por la inflación.
Sin embargo, este curso fondomonetarista de la política gubernamental encontró un hueso duro de roer en la resistencia de los trabajadores a las suspensiones y despidos, a los cierres de plantas y por la reapertura de las paritarias. Ni siquiera alcanzó con recurrir a la Gendarmería y al ‘director artístico’ de Berni. Los trabajadores con su intervención se colocaron como la oposición más importante a los planes antipopulares del gobierno nacional, pero también de gran parte de la oposición, en el terreno de la lucha y en las calles.
Dijimos en el no transar anterior que: “Las tareas que la lucha impone hoy a los trabajadores no son fáciles. Enfrentar la represión gubernamental, la prepotencia patronal y las patoteadas y agachadas de las cúpulas sindicales encuentran en la firmeza, el combativismo, en la unidad y la amplia movilización de los trabajadores una respuesta necesaria”.

La unidad del combativismo sindical, la izquierda y los que luchan

Nuestro partido desde hace tiempo promueve entre los trabajadores la unidad del combativismo sindical, la izquierda y los que luchan. No es una consigna de agitación o propaganda, es una iniciativa de aplicación concreta, necesaria y que la práctica demuestra como posible.
Es cierto que, también, existen obstáculos para que esta iniciativa prospere más rápidamente como la realidad requiere. Para ello es preciso eludir las pretensiones hegemonistas y sectarias.
Una de las herramientas de unidad del combativismo sindical es el Encuentro Sindical Combativo. Desde que la iniciativa nació, a mediados de marzo de este año, el Partido Obrero se opuso. Llegó a calificarla de intento “reaccionario” y “anti FIT”. Y rápidamente desempolvó “su” Congreso del movimiento obrero y la izquierda. (Nuestra opinión de entonces está en NT N°83)

Ahora, le decretaron la “muerte clínica” al Encuentro.

Uno de los argumentos reiterados de su oposición es el supuesto intento de “bloquear al FIT”.
Primero, el FIT, como lo reconocen incluso sus integrantes es un herramienta político electoral. De las tres fuerzas que lo integran, dos participaron en la constitución del Encuentro. En todo caso, esto nos informa más de divergencias internas, es el FIT el que no actúa como bloque en todo caso.
El Encuentro es un agrupamiento de parte del combativismo sindical, la izquierda y los que luchan y como referencia política de quienes apuestan por la lucha, al margen de sus adhesiones electorales.
El PO no debiera confundir la naturaleza de las herramientas. Es cierto que resulta más cómodo “coordinar” con sí mismo y participar de un “Congreso” a medida de uno de los miembros del FIT.
El Encuentro Sindical Combativo estuvo presente en todas las luchas de los trabajadores a través de sus miembros. Participó activamente en los piquetes del día 28, muchas veces con sus banderas. Desde luego que su construcción es incompleta y seguro habrá que saldar debates en su interior. El Encuentro se inscribe en el marco amplio de la unidad del combativismo sindical, la izquierda y los que luchan pero no lo agota. Por ello para su construcción no sirven el sectarismo hacia otras fuerzas del mismo signo ni tampoco las políticas que lo aíslen del conjunto de los trabajadores.
El contexto económico y se rebote en la política auguran que marchamos a un período de alta conflictividad social. El gobierno nacional con la imposición de falsos ejes políticos, una creciente persecución y represión a los luchadores y con amenazas veladas intenta embarrar la cancha y deslegitimar la protesta callejera, en la certeza que en las calles se define la suerte de sus planes de ajuste de la economía a tono con el capital financiero internacional y los monopolios de adentro y afuera.
Innumerables conflictos permanecen abiertos como los de Lear, Donnelley, Emfer-Tatsa, entre otros, se agrega la represalia contra los delegados del Ferrocarril Sarmiento tras el paro del 28 los que reclaman la intervención de los trabajadores como garantía de una salida popular y rebelde a esta nueva crisis.
Ricardo Jufré</strong>

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Miércoles, Septiembre 24, 2014 - 17:45

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