Aborto legal, seguro y gratuito I El Congreso votó en contra de las mujeres

Jueves, 16. Agosto 2018
Aborto seguro, legal y gratuito

Una vez más, el Congreso Nacional votó en contra de las necesidades populares, al rechazar la legalización del aborto. Con argumentos recalcitrantes, la mayoría del Senado, se pronunció por la continuidad del aborto clandestino. No fue un “triunfo de la democracia”, como pretende el presidente Macri, sino más bien todo lo contrario. Se trató de una verdadera estafa al movimiento de mujeres, que con una contundencia inapelable se pronunció llenando calles y plazas por el aborto legal.

Tras un manto de supuesto “debate democrático”, la mayoría de los senadores en los bloques del PRO, la UCR y el PJ, dieron lugar a la presión de los sectores más recalcitrantes y conservadores, encabezados por el intenso lobby de la Iglesia Católica y las iglesias evangélicas, propagandizado entre otros por Vidal, Larreta, Esteban Bullrich y Michetti quien hasta tuvo el descaro de festejar la clandestinidad al terminar la sesión. Que ahora el oficialismo proponga incorporar la despenalización en el proyecto de reforma del Código Penal, es una estrategia híbrida para encauzar la bronca de millones que pusieron su cuerpo en la pelea por la conquista de la legalización. Demasiado poco para un movimiento que reunió por segunda vez a más de un millón de personas en CABA, con réplicas en varios puntos del país y ciudades del mundo y que cuenta con un capital político que ya nadie le podrá sacar: haber instalado a nivel nacional el problema de salud pública y criminalización que implica  que el aborto sea clandestino y haber ganado socialmente la necesidad de su legalización. Logros de un movimiento que crece de la mano de una juventud que entiende que en las calles esta la llave para conquistar sus derechos. Porque valoramos el enorme avance que ello significa, no coincidimos con la dirección de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, Legal, Seguro y Gratuito, cuando en las vísperas de una votación sabida contraria a nuestro derecho y en los momentos posteriores afirmaba que “ya ganamos”. Las mujeres, en especial las más pobres, seguirán exponiendo su salud y muriendo en abortos clandestinos. Las voces que desde el interior del Congreso afirmaban “si no sale hoy saldrá más adelante” y el “no se enojen con la iglesia” de Cristina, tuvieron el tono de un llamado a la paz social, luego de votarse una medida totalmente antipopular. Las mujeres no podemos esperar, no queremos una muerta más por abortos clandestinos. Estar a la altura de las circunstancias para responder como corresponde cuando se nos vota en contra, es uno de los pasos que este movimiento debe seguir fortaleciendo.

Sin embargo, la votación en el Congreso deja algunas enseñanzas muy valiosas, que refuerzan la idea de que en este Parlamento, no hay que confiar ni tantito así. El Senado rechazó un proyecto que, de haberse aprobado con las modificaciones propuestas por el “grupo Córdoba”, hubiera significado un permiso para incumplir la ley sin consecuencias, bajo la figura de la objeción de conciencia institucional y quitando penas a los médicos que se negaran a realizar la práctica. Estos cambios sumados a la reducción del plazo para la práctica de 14 a 12 semanas, en su conjunto, implicaban un riesgo para su real implementación. Ni aun así se logró avanzar. Esto demuestra que no hay concesiones posibles con los que les niegan los derechos a las mujeres, con los defensores del negocio de la clandestinidad, con los que pretenden legislar desde los dogmas religiosos. Cientos de miles de compañeras hicieron su primera experiencia en relación a los límites políticos del Congreso; es imprescindible debatir las conclusiones del caso.

Los acuerdos entre quienes gobiernan, sean del PRO, UCR o PJ, y los sectores reaccionarios del catolicismo y el evangelismo, demuestran -más allá de sus encuentros y desencuentros políticos- cómo el poder religioso hace lo suyo en el disciplinamiento del pueblo, el cual debe ser sistemáticamente desenmascarado desde una táctica de masas. 

Ni un paso atrás. Aborto legal ya  

Perdimos pero no nos derrotaron. El poder del movimiento de mujeres está en la movilización. El revés sufrido no nos debe hacer retroceder de nuestra exigencia de aborto legal ya, organizándonos para que el sistema sanitario garantice el acceso a métodos seguros para  la interrupción de un embarazo no deseado, para que ninguna mujer ni persona con capacidad de gestar vaya presa por abortar  y, para que no haya profesionales que sean perseguido/as por garantizar o acompañar la práctica. Debemos hacer valer la fuerza de la mayoría del pueblo que en las calles dijo sí al aborto legal, contra el puñado que en el Congreso votó en contra. Vamos por las asambleas en nuestros lugares de trabajo, estudio y barrios, para organizar y profundizar  la pelea.   

La movilización de los últimos meses significó un enorme salto en la conciencia para miles de nuevas compañeras que se incorporaron a la pelea popular. Esa fuerza debemos orientarla a continuar la pelea  por el aborto legal, junto al resto de las reivindicaciones del movimiento de mujeres, y para luchar contra las consecuencias de una crisis que, para salvar  las ganancias de las grandes empresas, banqueros y monopolios, el Gobierno Nacional intenta descargar sobre el pueblo.

Pero sobre todo para apostar por un  proyecto político que barra con este gobierno ajustador y reaccionario, para instaurar de la mano de la rebelión popular, una verdadera democracia obrera y popular que ponga en pie todas nuestras reivindicaciones.

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Jueves, Agosto 16, 2018 - 21:00

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