#8M: Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras y Luchadoras

Miércoles, 14. Marzo 2018

Un grito de rebelión multitudinario recorrió el país
Una fuerza poderosa sacudió las calles colmadas por millares de trabajadoras, piqueteras, estudiantes, mujeres trans, travestis disidentes sexuales y de diversos frentes de luchas destacándose la inmensa participación de mujeres jóvenes. También hubo algunos varones que salieron a marchar tomando la lucha por nuestros derechos como propia.

Impresionantes movilizaciones se realizaron en todo el país y 150 ciudades del mundo, plasmadas en imponentes imágenes que recorrieron las redes emocionando a las miles que participamos y dejamos la huella en esta jornada. Sin dudas la masividad de las marchas es lo que más se destaca este #8M. Lo fundamental es que en este 8 de marzo, de masiva movilización, la agenda de la clase obrera y del pueblo salió a las calles. Y lo hizo por segundo año consecutivo en forma multitudinaria siendo las mujeres protagonistas de una jornada histórica que puso como blanco principal las políticas anti populares del macrismo. El movimiento de mujeres avanzó de esta manera luchando contra el ajuste, los despidos, por el aumento salarial, contra la brecha salarial, por el aborto legal, y contra la violencia machista; entre otros puntos desarrollados en largos documentos que describieron diversas problemáticas atravesadas por el agravamiento de las condiciones materiales de vida que padecemos por la aplicación del ajuste, la entrega y la represión del Gobierno Nacional y los gobiernos provinciales.

Un grito masivo por el paro activo
Ni una trabajadora menos

Las trabajadoras despedidas y en lucha encabezaron las diferentes movilizaciones del país, como sucedió en CABA con las trabajadoras del INTI, del Hospital Posadas, de la Casa de la Moneda, y el activismo sindical, entonando cánticos de aliento y acompañadas por la fuerza que emanaba del pedido del paro general.
Dispuestas a no ser la variable que más sufre el ajuste, y a enfrentarlo, este año se decidió en las asambleas preparativas del #8M, dar pelea por un paro general activo, reivindicando un método de lucha propio de la clase contra las políticas anti obreras de Cambiemos, las patronales y el accionar traidor de las conducciones sindicales que entregan nuestros salarios y puestos de trabajo. Ante la negativa de las centrales sindicales de organizar asambleas de base y llevar a cabo el paro general, fue dispar la posibilidad de parar y no hay dudas que donde hubo paro fue por la presión generada desde abajo, así como de donde surgieron actividades de agitación. Así y todo el reclamo del paro se hizo sentir y recorrió el país a pesar de la inacción de muchos sindicatos que fueron repudiados. La maniobra en CABA de la CGT y la CTA, de no respetar los acuerdos de la marcha imponiéndose por delante, demostraron una vez más como dan la espalda a las luchas. En Córdoba el mensaje del movimiento de mujeres en lucha hacia las direcciones gremiales que no llamaron al paro fue claro: “al fondo hay lugar”. La inconsecuencia de la inter sindical compuesta por las dirigencias de los gremios principales, hizo que la asamblea organizativa del #8M votara que fueran los últimos. Adelante resaltaban las compañeras despedidas de TAMSE Trolebuses y las trabajadoras del Polo de la Mujer.
El acierto de participar en las asambleas y lugares de trabajos llevando la voz del paro activo y combativo fortaleció la jornada. Tan fuerte fue el grito del paro que desde los gobiernos surgían comentarios acerca que el próximo #8M debería ser un feriado nacional o, en algunos casos, como en Chaco hasta dieron asueto el mismo 8.Con firmeza desde el PRML junto a la Asamblea de Mujeres en Lucha conformada al calor de los debates del ENM, salimos a contestarle a Peppo con la marcha a la Casa de Gobierno provincial; fuimos trabajadoras, piqueteras y estudiantes sosteniendo nuestros reclamos. Porque no nos van a callar ni vamos a dejar que coopten nuestras luchas. Con esta fuerza seguiremos peleando trabajadoras y trabajadores desde abajo, por un paro activo y un plan de lucha para enfrentar los salarios de miseria, los despidos, la reforma laboral y previsional así como todas nuestras demandas específicas.

Miles de puños levantados por el aborto legal

La pelea por el aborto legal dio un gran salto este #8M. Fue, sin duda, uno de los grandes ejes que convocó a movilizar. El macrismo que buscó, al promover el debate en el congreso, correr el centro de atención de su política económica anti popular, tuvo en las calles una respuesta contundente. El movimiento de mujeres dijo “no” al ajuste con claridad a la vez que levantó masivamente las banderas por el aborto legal seguro y gratuito. Lo hizo haciendo ver que la legalización no es un debate moral ni religioso, si no de salud pública para acabar con la clandestinidad que se lleva la vida de las mujeres pobres. Es esta mirada desde la salud pública que venimos sosteniendo, la que al ponerse codo a codo con las mujeres del pueblo, masificó la pelea y la que, al unirse con la fuerza callejera que venimos construyendo, provocó el debate en el congreso. No fue el oportunismo del Gobierno Nacional, ni el lobby parlamentario, ni el gobierno del todos y todas que durante años impidió que se trate. Fueron nuestras luchas desde abajo. El desafío ahora es redoblar la apuesta y la lucha en las calles hasta ganar. Esta es nuestra lucha inminente: lograr que se legalice el aborto, acabar con la clandestinidad y con la penalización que atraviesa la práctica. Con este impulso vamos a continuar las asambleas que se pusieron en marcha este #8M, para organizar planes de lucha concretos por el aborto legal seguro y gratuito y su aplicación efectiva, junto a la implementación real de de la educación sexual laica y científica en las escuelas y la entrega de anticonceptivos gratuitos. Así sumaremos la defensa de la salud pública frente a las reformas regresivas y la CUS.

Ni una Menos: vivas y libres nos queremos

El hartazgo de la violencia machista se manifestó en las calles siguiendo el camino emprendido por su desnaturalización manteniéndose firme el grito “Ni Una Menos: el Estado y los gobiernos son responsables”. Presupuestos miserables de 8 pesos por mujer para abordar una problemática tan compleja se siguen llevando vidas: cada 28 horas hay un feminicidio en el país. Las denuncias hacia los distintos niveles de gobierno fueron claras y la exigencia de un presupuesto acorde, también. Sin dudas este reclamo tan sentido será la base de otra gran jornada de lucha el próximo 3 de junio. Entre otros, se hicieron también sentir con fuerza los reclamos por el cupo laboral tras y por la atención integral en salud; contra los trasvesticidios y crímenes de odio a las personas disidentes sexuales; por el desmantelamiento de las redes de trata y explotación sexual y por trabajo, salud y vivienda digna.

Seamos un grito de rebelión

Una nueva ola de luchas tiene como protagonistas a las mujeres desbordándolo todo, demostrando el hartazgo de tantas injusticias vividas. La masividad y programas en común se corresponden con un momento de auge y de luchas emprendidas hace tiempo, con la experiencia a cuestas de haber sido las mujeres las que más hemos sufrido las crisis. De esta manera el movimiento de mujeres volvió a emerger en la escena política mostrando que no ha tocado techo, haciéndose cargo de su heterogeneidad así como de la capacidad de salir a las calles en unidad. El desafío es construir un movimiento de mujeres combativo que, hermanado con la clase obrera, esté dispuesto a profundizar en los puntos programáticos comunes que se están construyendo en las asambleas. Es decir, no permitir al Congreso mantener la clandestinidad del aborto, no dejar pasar la reforma laboral, la falta de presupuesto y de profesionales para abordar la violencia machista ni la falta de educación sexual integral en las escuelas. No permitir que se naturalice que nos faltan las jóvenes en las barriadas por los narcos y las redes de trata, de la misma forma que logramos en las calles que un feminicidio deje de ser visto como un crimen pasional; entre tanto de lo que tenemos por qué luchar.
Lo que emociona y sigue resonando del #8M es la predisposición a dar pelea. Apostemos a que toda la bronca desatada por miles de nosotras se transforme en una fuerza poderosa que, junto al resto de los sectores en lucha, aporte a la rebelión popular para barrer con los gobiernos ajustadores, explotadores y opresores y así abrir paso a una Argentina liberada camino al socialismo.

Julia Quinteros

Publicado en: 
Miércoles, Marzo 14, 2018 - 09:30

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