A 48 años del Cordobazo I La vigencia de la insurrección obrero-estudiantil marca el camino

Domingo, 21. Mayo 2017

El 29 de mayo de 1969 se desarrolló el Cordobazo, fue el más acabado de los ensayos insurreccionales, pero no el único. El Rosariazo, el Correntinazo, el Tucumanazo, el Salteñazo, etc. fueron ensayos insurreccionales donde el pueblo manifestó su voluntad de lucha y combate y el gobierno respondió con represión y asesinato a militantes populares. Este es el escenario previo al Cordobazo.

 

¿De que Argentina hablamos en 1969?

 

La autoproclamada por las FFAA “Revolución Argentina” tomaba el poder el 28 de junio de 1966 mediante un golpe de estado, con el principal propósito de restringir al máximo los derechos del proletariado y el pueblo. Con Onganía a la cabeza, el estado le garantizaba al capital imperialista el desarrollo de los monopolios que necesita para su reproducción. Cabe mencionar como ejemplo el caso de la industria azucarera en el Noroeste argentino. Para el caso tucumano mediante la sanción del decreto-ley 16.926, de un total de 27 ingenios azucareros, se intervinieron 14, 11 de ellos posteriormente cerraron.

Respecto al campo popular en los momentos previos al Cordobazo habían surgido varias fuerzas, entre ellas Vanguardia Comunista (1965) un desgajamiento hacia la izquierda del Partido Socialista, del tronco del viejo PCA nace una fuerza en la misma dirección, el PCR (1968), y en el propio campo de las fuerzas trotskistas surgiría el PRT (1965). Como expresión de la crisis en el propio peronismo, el representante de Perón en la Argentina era un hombre del antiimperialismo revolucionario y con inclinaciones marxistas, John William Cooke.

           

Enseñanzas del Cordobazo

Desde la perspectiva de la lucha de clase del proletariado 1969 -Ocampazo, Corrientinazo, Tucumanazo, Rosariazo, Cordobazo- es el momento de la realización de la lucha de masas y así como lo dijo Lenin:

            “La verdadera educación de las masas no puede ir nunca separada de la lucha política independiente,   y sobre todo, de la lucha revolucionaria de las propias masas, sólo la lucha educa a la clase  explotada, sólo la lucha le descubre la magnitud de su fuerza, amplia su horizonte, eleva su   capacidad, aclara su inteligencia y forja su voluntad” Lenin, V: “Informe sobre la revolución de 1905”. (1917)

El 29 de mayo de 1969, el movimiento obrero cordobés convocó a una huelga con dos reclamos principales: la restitución del sábado inglés y la eliminación de las quitas zonales. El sábado inglés implicaba el derecho a trabajar medio día los sábados que había sido derogado por el gobierno unas semanas antes. Las quitas zonales fueron una medida implementada en los tiempos de Illia para promover la industrialización del interior a costa de reducir los salarios. A pesar de que a nivel nacional los metalúrgicos habían logrado derogarlas, en Córdoba los empresarios se negaban a eliminarlas.

Fueron los combates librados por los trabajadores y estudiantes en mayo de  1969 los que pusieron de manifiesto la naturaleza del movimiento social de oposición política, las aspiraciones del pueblo bajo la iniciativa proletaria. El 29 de mayo de 1969 en Córdoba se desarrollaron combates y enfrentamientos, por un lado el movimiento obrero-estudiantil combativo -dispuesto moral y materialmente a la lucha armada-, y por el otro las fuerzas armadas del estado. Durante más de dos días la capital cordobesa estuvo bajo control de la unidad obrero-estudiantil.

Con el desarrollo, profundidad y grado de combativismo del clasismo argentino en el Rosariazo, Cordobazo, Tucumanazo en mayo de 1969 y noviembre de 1970, en el Viborazo en 1971, junto a la escuela de lucha de clases que fue Sitrac-Sitram, se confirma que la clase obrera industrial es la fracción de peso fundamental en el mapa de las clases explotadas y oprimidas. Esto ocurre porque Argentina posee una economía dependiente con un alto grado de desarrollo de las relaciones capitalistas de producción y distribución.

La unidad obrero-estudiantil puso en jaque la dictadura marcando el inicio del fin, puso en claro los blancos necesarios para hacer la revolución en nuestro país. Unidad obrero-estudiantil que a 48 años continúa marcando el camino.

Ana Shultz

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Domingo, Mayo 21, 2017 - 01:00

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