A 185 años de su ocupación | Fuera el imperialismo británico de las Islas Malvinas

Viernes, 13. Abril 2018

El pasado 2 de abril se cumplieron 36 años del intento por recuperar y reintegrar al territorio nacional las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, usurpadas por la prepotencia del imperialismo británico.

Este año, la conmemoración estuvo atravesada por dos sucesos significativos. Uno, el acto de dar nombre a las tumbas de una parte de nuestros caídos en las Islas, gesto humanitario que, oportunistamente, el gobierno de Macri aprovechó como taparrabos de su política capituladora en torno al reclamo de soberanía sobre el territorio usurpado. Y en segundo lugar, la aun no esclarecida naturaliza de su misión ni causas de la tragedia del hundimiento del submarino ARA San Juan y que costara la vida de 44 argentinos.

En los tramos siguientes reproducimos párrafos de una nota ya publicada en ocasión de una conmemoración anterior:

“Desde su ocupación en 1833, el colonialismo inglés mantiene de hecho y de prepo clausurada toda discusión sobre la soberanía argentina sobre las islas. En la década del 60´, la Resolución 2.065 de las Naciones Unidas encuadró la disputa afirmando: “Considerando que su resolución 1.514 (XV), del 14 de diciembre de 1960, se inspiró en el anhelado propósito de poner fin al colonialismo en todas partes y en todas sus formas, en una de las cuales se encuadra el caso de las Islas Malvinas”. Esta declaración y muchas otras posteriores, tanto en la ONU como en la OEA, como la reciente de la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (CLPC) de las Naciones Unidas, no modificaron un ápice la indiferencia y el desacato británico, poniendo de manifiesto una vez más que los dictados de los organismos internacionales no son exigibles al círculo de potencias imperialistas y sí a los países dependientes y/o colonizados. 

De ahí que lo determinante de la relación con el Reino de Gran Bretaña, en lo político, económico y militar debe estar signado por la devolución de la parte de nuestro territorio usurpado. Más de cuarenta años después de la Resolución 2.065 y, en particular, tras la guerra de 1982, persiste en la gran burguesía argentina la decisión de eludir esta cuestión esencial.

Más aun, desde la firma del Acuerdo de Madrid, suscripto por Alfonsín en 1989 y ratificado por los sucesivos gobiernos hasta el presente, la discusión sobre la legítima soberanía argentina sobre las islas desapareció de las discusiones, bajo el llamado “paraguas”. Nuestros reclamos soberanos ni siquiera están ensombrecidos por la manifiesta ilegitimidad de la dictadura genocida para representar los intereses nacionales y populares, y sí lo demanda la memoria de los que cayeron luchando valientemente. 

Al día de hoy, Gran Bretaña ha reforzado y extendido su presencia militar y económica en una región rica en recursos petroleros y gasíferos, y de alto valor geopolítico estratégico para el control del Atlántico Sur y sus pretensiones antárticas. No hay que olvidar además que es un miembro decisivo de la OTAN junto a los EEUU. (…)

El nuevo gobierno de Macri, ratificado por la visita del presidente Obama, confirma y acentúa el curso capitulador en relación a Malvinas. Su presencia en la estancia del supermillonario inglés y dueño de miles de hectáreas patagónicas, Joseph Lewis, es un símbolo elocuente de su conducta y a la vez de desprecio por los caídos en Malvinas y por las reservas antimperialistas de nuestro pueblo. Para los trabajadores, la reconquista de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur descansa en la intervención y movilización de las fuerzas antimperialistas, patrióticas y populares. La conmemoración cercana del Bicentenario de nuestra Independencia es una oportunidad para desenmascarar el oportunismo claudicante de los de arriba y ratificar el compromiso de los de abajo con la emancipación nacional y social”. (no transar Nº 106, 11/04/2016)

Simón Quiroga

Publicado en: 
Viernes, Abril 13, 2018 - 15:45

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