A 10 años de la desaparición impune de Jorge Julio López

Jueves, 15. Septiembre 2016
Julio Lopez

Este 18 de septiembre se cumplen 10 años de la segunda desaparición de Jorge Julio López. Ese día habrá movilización en la CABA organizada por el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, y en La Plata impulsada por la Multisectorial de La Plata, Berisso y Ensenada.

En su calidad de ex detenido-desaparecido, Julio López declaró contra el genocida Miguel Etchecolatz -condenado a cadena perpetua- en el juicio desarrollado en La Plata en el 2006. Días después de su testimonio desapareció por segunda vez.

Al cumplirse 10 años del hecho, el macrismo busca decididamente garantizarle la impunidad a los genocidas. Así se sucedieron provocaciones tales como la vuelta al ruedo del concepto de “guerra sucia” que busca negar el terrorismo de Estado, la puesta en duda de la cantidad de desaparecidos, el desfile de carapintadas en fechas patrias o la intentona de detención a Hebe de Bonafini en la Plaza de Mayo.

A esto se suma el decreto de autogobierno de las Fuerzas Armadas, que les otorga autonomía respecto del poder político en cuanto a nombramientos internos y desplazamiento de personal. Si bien es cierto que con “control político” un general acusado por crímenes de lesa humanidad -Milani- llegó a la jefatura del Ejército, esta medida abona el terreno para una intervención “en campo abierto” de los militares con la excusa de la lucha contra el narcotráfico. También pretende poner a las FFAA en sintonía con su proyecto de gobierno, para lo cual es necesario barrer de una vez con la desconfianza popular hacia los milicos.  Si el kirchnerismo buscó hacer eso mismo lavándole la cara a la nueva generación de oficiales -recordar el nefasto abrazo entre Milani y Hebe-, el macrismo en cambio quiere hacer retroceder al movimiento de derechos humanos.

Justamente en relación con López, el avance en la Justicia por darle domiciliaria a Etchecolatz es una verdadera provocación que no puede ser entendida por fuera de la línea impulsada desde el gobierno. Sin embargo, el inmenso repudio que generó dicha posibilidad -cuya expresión más contundente fue la marcha de 4000 personas en La Plata- se suma a la movilización de 20.000 personas en la sentencia por el juicio de La Perla en Córdoba, a los escraches sistemáticos que recibió Lopérfido hasta su renuncia cuando ensució la memoria de los desaparecidos y a la demostración masiva que fue la convocatoria del 24 de Marzo pasado: todos indicadores de que al gobierno no le resultará nada fácil hacer retroceder al pueblo en su lucha por la memoria, la verdad y la justicia.

Una década de impunidad

Desde el inicio que la investigación por López está empantanada. Nunca hubo voluntad política en avanzar hacia el esclarecimiento. No fueron investigados los genocidas denunciados por López ni se indagó a Etchecolatz. En cuanto a los posibles vínculos de la policía bonaerense con el hecho, las pistas en esa dirección fueron descartadas “para mantener la gobernabilidad de la fuerza”, según las palabras del entonces gobernador Felipe Solá. Mucho más infame fue Aníbal Fernández - ministro de Interior por aquel tiempo- cuando dijo que López debía estar “tomando el té en la casa de su tía”. Así, el grueso de la impunidad por la segunda desaparición de López le cabe a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.

Está claro que el gobierno de Macri no va a hacer nada por dar vuelta la situación: su política en materia de derechos humanos se orienta hacia profundizar la represión a los que enfrentan el ajuste que viene descargando sobre el pueblo.  Por eso, más allá del aniversario, la lucha por la aparición con vida de López, por el esclarecimiento de su desaparición y por el castigo a los responsables materiales y políticos de la misma, tiene plena vigencia.

En estos 10 años, el Encuentro Memoria Verdad y Justicia y la Multisectorial de La Plata, Berisso y Ensenada vienen manteniendo en alto el reclamo por Julio López. En ese camino, fue fundamental el esfuerzo de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos y de las Madres e Hijos que no se dejaron engañar por la cooptación estatal, además de los organismos, los movimientos y las fuerzas políticas que vienen sosteniendo esta pelea en todos los planos. En este marco, marchar a 10 años de la segunda desaparición de Julio López tiene la importancia de fortalecer las herramientas construidas para seguir luchando contra la impunidad de ayer y de hoy. Herramientas que son punto de reagrupamiento para enfrentar la política antipopular del gobierno hasta derrotarla.

Facundo Palacios

Publicado en: 
Jueves, Septiembre 15, 2016 - 19:15

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